¿Cuánto amas a tu País?,
estar dispuesto a renunciar a todo con tal de asegurar un buen futuro es lo que
podríamos definir como patriotismo, ahora, esto nos lleva a lo siguiente, en
este mundo hay personas que piensan en el bien común, otras que piensan en el
bien propio, y otras que están en medio. Ninguno de estos llega a estar mal si
no se lleva al extremo, pero a mi parecer el extremo del primero es el más
peligroso de todos, porque si este llega al extremo caemos en que el bien común
esta sobre todas las cosas, incluso la libertad y ese es un camino que créeme
no querrás transitar, el hecho es que para este tipo de personas su pensamiento
da a entender que todos debemos dar todo, queramos hacerlo o no, este es un
problema serio porque significa que tú ya dejas de ser un individuo, pasas a
ser uno más de un colectivo, dejas de dar todo de ti porque ya no lo haces por
ti o por tu familia, lo haces por una masa de personas sin rostro que te
obligan a dar tu esfuerzo por ellas sin que tu obtengas algo a cambio.
Ahora, ¿Dónde entra
la nacionalización?, bueno veamos, en este caso el colectivo tiene un
representante, que vendió la idea de que nosotros tenemos derecho al dinero
ajeno, dinero por el cual no hemos trabajado, dinero el cual no nos hemos
ganado, pero lo merecemos porque la persona que lo tiene no nos agrada porque
no lo comparte, este pensamiento habla desde la envidia, y el político sabe
hablarle a ese sentimiento, sabe incentivar tu odio y desapego por las demás personas,
te hace creer que todos los bienes que no son del estado, son bienes que te están
robando a ti, y esa mentira funciona, hay de seguro un caso que estás pensando
ahora mismo de expropiación en tu País, el punto es que gracias a ese
sentimiento un Político inepto y populista llega al poder, y claro debe
cumplir, así que con todo su poder se pone a expropiar empresas y bienes para
que su pueblo quede satisfecho.
Veamos, tenemos un Político
inepto que ha expropiado propiedad privada, no sabe nada de las industrias, no
conoce los mercados, el piensa que esas empresas ganan dinero sin esfuerzo, así
que su siguiente movimiento es colocar gente afín a su partido político a la
cabeza de estas empresas, gente sin experiencia al mando de empresas exitosas,
el resultado es obvio al parecer nadie les menciona que deben ejecutar un buen
trabajo para que estas empresas no pierdan dinero, pero eso viene luego, por
ahora estas empresas están bien.
Pasamos a lo
siguiente, el Político inepto no solo prometió nacionalizar empresas, sino también
prometió, educación, salud y bonos para todos, así se asegura la reelección.
Vemos que cuenta con empresas estatales que producen un aumento en las arcas
del estado lo cual hace a tu país con un potencial de préstamo más fuerte, el
resultado es obvio, gracias a estas empresas nacionalizadas, tu Presidente pidió
más dinero para cumplir sus promesas, pero de nuevo el idiota no piensa en un
plan económico a largo plazo, no anticipa nada de lo que puede pasar, el solo
busca el voto.
Pasando un tiempo
pasa lo que siempre tiene que pasar, las empresas estatales empiezan a perder
dinero, causa de la mala administración y corrupción de los altos funcionarios
que llegaron ahí, no por capacidad sino por sumisión, ahora será hora de que tú
con tus impuestos comiences a intentar mantener a estas empresas a flote, pero
que pasa, cada vez más una a una va perdiendo dinero, el Político inepto es un
amante de nacionalizar así que expropio demasiadas empresas, ahora estas no se
pueden sostener por si solas, y tus aportes ya no bastan, es momento de subir
impuestos, así como otros fueron forzados a dar todo por el bien común, ahora
es tu turno, y si no quieres no importa, igual te quitaran tu dinero, pero pasa
que ahora no solo sostienes empresas fallidas, sino también debes pagar la
deuda que adquirió tu estúpido Presidente gracias a las nacionalizaciones, el
dinero no te alcanza, así que se empieza a imprimir más dinero para que tengas
un sentimiento de tranquilidad, pero ya es tarde… bienvenido a la crisis.
No pienses que tienes
derecho al bien ajeno, si en una habitación hay cinco personas, cuatro tienen dos
monedas y uno tiene diez, si todos se ponen de acuerdo en quitarle todo al que
tiene diez, solo porque la mayoría vote por quitárselo, no lo hace moralmente
correcto.